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septiembre 29, 2020La mayoría de las personas afirman que los perros son creados para obedecer a sus amos. Por eso se los considera el mejor amigo del hombre. Sin embargo, la obediencia no es una cualidad innata en los perros. Por eso es importante enseñarles a obedecer los comandos para que sepan de qué manera deben comportarse.
En realidad, el entrenamiento de obediencia se crea para imponer control sobre los perros. Estos amigos caninos deben saber quién es el maestro y quién es el seguidor.
Con todas las enseñanzas de la ciencia y el cerebro notable del hombre, se crearon las pautas sobre el entrenamiento de la obediencia en los perros. Todos estos están inclinados a enseñar a los perros cómo obedecer órdenes simples a complejas y cómo comportarse adecuadamente.
Sin embargo, el concepto de adiestrar a los perros sobre cómo obedecer puede variar según el estilo, el equipo que se use o los principios que se implementen. Sin embargo, todas estas cosas se centran en hacer que los perros obedezcan a sus amos.
La pregunta es: ¿cómo los entrenadores o estos conceptos hacen que los perros obedezcan a sus amos? ¿Cuál es la razón que subyace a la idea teniendo en cuenta el hecho de que los perros no son humanos que pueden entender lógicamente por qué tienen que obedecer?
Lo que la gente no sabe es que solo hay dos claves para que sus perros los obedezcan:
Consistencia y compasión.
La consistencia es extremadamente importante en cada programa de entrenamiento. Esto se debe a que, como se mencionó anteriormente, los perros no son pensadores lógicos. Esto significa que no saben y no entienden por qué tienen que obedecer o qué quiere su maestro de ellos. Por eso es importante hacerles saber las cosas que deben hacer y las cosas que no deben hacer.
De esta manera, las personas deben ser consistentes al distinguir las cosas que deben hacerse y las que no son apreciadas.
Por otro lado, la compasión es necesaria para enseñar a los perros a obedecer porque no son como los humanos que inmediatamente entenderán lo que está mal o lo que está bien. Esto significa que las personas deberían ser un poco más pacientes al enseñarles a los perros a obedecer para que se ganen la confianza del perro.
Hay casos en los que los entrenadores se impacientan después de repetir un comando varias veces. Al final, tienden a lastimar al perro. A su vez, el perro se lastima y ya no puede confiar en su entrenador.
La conclusión es que los perros no son humanos y no se comportan como humanos. Es por eso que entrenarlos para que obedezcan necesita más tiempo, más paciencia y más comprensión por parte de las personas que conocen mejor.