Episodio 12 Momentos que apreciar o arrepentirse.
abril 19, 2024Episodio 14 El momento ha llegado
abril 19, 2024Arco XXIII: Cosas llamadas recuerdos (2)
Episodio 13 El amor es mágico.
“Aahh.”
Chloe rápidamente tragó una bocanada de aire caliente y se acostó en la cómoda cama. Un toque más caliente que el calor de entre sus labios se cernía sobre sus costillas.
Antes de tener una noche de pasión con Alexandro, se había imaginado otro tipo de acción en su cabeza. Un toque suave, tranquilo, pero suave, como siempre.
Pero en estas circunstancias, el verdadero Alexandro era todo menos tranquilo.
“Aah, pareces cambiar solo en la cama”.
Si de día era manso como un perro mascota bien entrenado, de noche era como una bestia liberada en la cama.
Todo comenzó desde algún lugar de la sala de estar, de repente saltó sobre ella, besándola con ímpetu. De hecho, Chloe lo besó en broma primero. Sin embargo, en respuesta, Alexandro tomó por completo la iniciativa y ella pronto perdió las fuerzas, era como una pelota en su mano.
Cuando por fin se dio cuenta de que habían llegado demasiado lejos, se encontró tumbada en la cama del dormitorio. Pero eso no la detuvo. Su apariencia, que era completamente diferente a su apariencia habitual, lo hizo lucir aún más atractivo.
“Aah… Mnm…”.
Quería saber más, llenarse de cosas secretas que nadie, solo ella vería.
Chloe se levantó al ver su rostro, abrió los labios precipitadamente y tomó sus labios. Luego extendió las manos y corrió por el cuello de la camisa de Alexandro.
Al sentir un toque cauteloso en su ropa, Alexandro comenzó a quitarse la blusa con un toque urgente, como con impaciencia.
Chloe, que se preguntaba si su ropa podría estar arruinada por ese arranque de fuerza, lo vio tan pronto como se quitó la camisa y se abalanzó sobre ella como una bestia hambrienta.
“¡Ah!”
Chloe se apresuró a volver a la cama y sintió que sus labios se posaban en su nuca sin la intención de dejarla ir. Como un agresor experto, una mano que se acercó sin permiso, agarró su cuerpo y la acercó más hacia él.
Como si mordiera una dulce fruta, sus tenaces labios y lengua parecían torcer todo su cuerpo.
El calor que sentía emerger, era como si estuviera implorando desde lo más profundo de su cuerpo que quería ser poseída por el hombre frente a ella. Ansiaba sentirlo con todo su cuerpo, como si solo quedara en ella el instinto más primitivo de todos.
“Aah… ¡sí!”
Un gemido dulce escapó de la boca de Chloe. Era tímida, pero no quería ocultarle cómo se sentía. Quería hacerle saber cuánto lo deseaba.
Alexandro, que escuchó el grito de anhelo, acercó los labios a su oído y susurró.
“¿Me quieres?”
Chloe asintió con la cabeza en respuesta a la voz grave que resonó en sus oídos como un petardo gigante.
Se sentía como si la electricidad corriera por su cuerpo. Sus temblores alcanzaron los dedos de sus pies en un instante. Chloe sacudió su espalda ante el cosquilleo que se apoderaba de todo su ser.
“Déjame tenerte”.
Una dulce voz a la que no se puede negar, como los susurros del diablo. Volvió a asentir con la cabeza como una muñeca.
“¡Ah!”
Alexandro inmediatamente alcanzó el botón de su camisa y comenzó a desvestirla como un cazador. Fue un movimiento apresurado, pero Chloe no estaba satisfecha ni siquiera con eso.
Cuando extendió su mano como para ayudarlo, Alexandro agarró ambos lados de su camisa con fuerza y tiró de ella hacia atrás.
Por un breve momento, hubo un siseo que dejó la sensación de que la parte superior de su cuerpo temblaba de anticipación. Incluso cuando se cayeron los impotentes botones, no le importó.
Todavía había una pequeña ropa interior que cubría la codiciada colina. Alexandro dejó de actuar como si hubiera recobrado el conocimiento cuando vio el pequeño cuerpo desnudo y blanco expuesto, y posó los labios en su piel con un gesto cauteloso como antes.
Mientras temblaba por el beso que tocó brevemente un lugar que nunca antes había tocado, sus ojos se encontraron.
“Hermosa.”
La vergüenza de mostrarse a Alexandro desapareció al mismo tiempo que lo vio contemplarla, como si de un gran tesoro se tratara.
Chloe se giró voluntariamente para quitarse la blusa que aún cubría sus brazos. Cuando estaba a punto de quitarse la camisa del hombro, Alexandro se apresuró a besarla nuevamente.
Chloe envolvió sus brazos alrededor de su cuello, sintiendo el calor de sus labios.
La carne suave y húmeda se movía como si toda ella nadara en la boca de su amante. El gesto de codiciar los lugares secretos del otro era más tenaz que nunca.
“Ah… Aah…”.
Cuando sus ojos se encontraron al final de su profundo beso, Alexandro colocó sus labios en la frente de Chloe una vez más. Cerró los ojos en un gesto reverente como si fuera su diosa.
“Mi amor.”
Una voz suave hizo eco en su cabeza y le hizo cosquillas en algún lugar de su pecho. Era una confesión que escuchaba todos los días ahora, pero nunca dejaba de impresionarla.
“Te amo.”
Chloe sintió que su corazón estallaría al mismo tiempo que su respuesta. No era solo porque su corazón latía, sino por las emociones abrumadoras que se desbordaron como una inundación cada vez que él le declaraba su amor.
Ser amado por un ser amado era un milagro en sí mismo. No importa cuánto lo pensara, parecía que no podía haber mayor felicidad que esta.
“Eres tan bonita”.
Chloe cerró los ojos mientras sus labios trazaban sus orejas y la nuca con su dulce voz.
Como no había nada que ver de inmediato, su toque se volvió más sensible. Mientras saboreaba la sensación del movimiento a lo largo de su clavícula, sus dedos se curvaron hacia arriba.
“Aah…”
“Siento que me vuelvo loco varias veces al día”.
Dejando un pequeño beso a lo largo del pecho de Chloe, mordió su suave piel y la soltó.
“¡Ah!”
“Gracias a ti.”
Chloe sintió una sensación fría y húmeda en la parte inferior de su cuerpo. Rápidamente cubrió su rostro con ambas manos intentando ocultar el sonrojo.
Pero no podía detenerlo solo por avergonzarse, y tuvo que tragarse el grito por dentro ante su cuerpo gigantesco y su toque imparable mientras se acercaba de nuevo para sorber su néctar secreto.
Ciertamente ya no era virgen, pero sus ansias por él no se parecía a nada que hubiera experimentado antes.
Él era tan encantador delante de sus ojos. Chloe, que sentía que estaba compartiendo su amor con todo su cuerpo, no supo qué hacer y cerró los ojos.
“¿Sigues siendo tímida?”
Alexandro se echó a reír al verla aun juntando las manos sobre su rostro enrojecido y besó su piel expuesta por todas partes.
Chloe abrió los ojos al sentir su antebrazo rozando su hombro. Miró los brazos a cada lado de ella, y sus ojos azules se llenaron de vergüenza.
“No te preocupes.”
Dijo mientras le apartaba el cabello, que cubría su frente de color nieve con su gran mano.
“Esta vez, lo haré lenta y suavemente”.
Chloe se echó a reír al escuchar su voz llena de amor por sí misma.
Tan pronto como lo empujara hacia adentro, el gigante, que se le acercó con dulces palabras, comenzaría a codiciar cuidadosamente el lugar permitido.
“Aaah… Aah”
Era una dulce mentira que estaba dispuesta a aceptar.
Poner sus manos entre su cabello era suficiente para que Alexandro se volviera una gran bestia.
Una bestia que escucha bien.
Tragándose la risa ante ese pensamiento sin sentido, se preguntó si en realidad sería una bestia real disfrazada de caballero.
“¡Ah!”
Mientras movía su cuerpo con pasmo, Chloe sacudió la parte superior de su cuerpo ante el gesto que se sintió aún más tenaz. Su mirada se dirigió hacia el techo vacío, pero incluso entonces sus ojos se cerraron lentamente y se volvió negro.
Y entonces empezó a sentirlo con todos sus sentidos. Su olor, el suave gesto de tenerlo en sus brazos, e incluso el sonido de vergüenza que salía uno del otro.
Podía sentir el amor abrumador que la llenaba.
El amor era invisible. Pero había mucho más alrededor de lo que parece.
Este sentimiento milagroso la hizo feliz desde que abrió los ojos por la mañana, hasta que los cerró por la noche.
El amor era mágico.
***
“¿Que es todo esto?”
Evan estaba usando palomas y halcones entrenados en los Caballeros Templarios para mantenerse en contacto con los señores y la capital. Después de la reunión de caballeros que duró hasta pasada la tarde, frunció el ceño mientras descansaba en su cuartel al recibir del asistente a cargo de la correspondencia interna, cartas clasificadas como importantes.
“Mi señor Evan eso es…”
“¿Son quejas de los señores otra vez?”
Tan pronto como terminó de hablar, el asistente asintió con la cabeza con una cara perpleja. Evan suspiró y se sentó en su silla y comenzó a revisar su correspondencia.
“¿Hay algo de Aaron esta vez?”
“Hoy no, pero como dijiste, será clasificado aparte”.
La carta firmada con el nombre de su hermano, en realidad eran de Alexandro. Le envió una carta sin revelar dónde estaba. Sin embargo, tenía muchas noticias sobre el Marqués de Burnett, por lo que estaba claro que estaba cerca.
“Está bien. Está bien, entonces ve y descansa”.
“Sí.”
Evan chasqueó la lengua al identificar los remitentes.
“Marqués Danaris Mendane, Duque Macclair Bandoras, Marqués Lindor Snooks…”
Todos ellos eran señores de áreas por las que los Caballeros de Ceremonia no pasaron. Se suponía que los caballeros visitarían primero sus propiedades.
Sin embargo, para acortar la ceremonia, Evan se dirigía a la finca del Marqués Gilbert Logan lo más rápido posible, alterando totalmente la ruta original. En cuando a los territorios omitidos, enviaron un escuadrón de avanzada para inspeccionar cada uno de ellos.
El motivo del cambio de ruta fue una carta de Duncan y Alexandro.
“El Marqués Burnett y el ex Marqués Gilbert Logan, que gobernaba el área Norte del Imperio, están tramando una rebelión, así que dirígete allí rápidamente”.
Duncan llamó traidor a Gilbert y Alexandro dudó de la lealtad del Marqués de Burnett.
‘Entonces, parece que esos dos formaron una alianza. Pero, ¿El Marqués Burnett está bajo las órdenes de Gilbert?’
Evan estaba desconcertado por la orden de Duncan de ir a Gilbert, pero siguió la orden sin decir una palabra.
En realidad, pensó que era algo bueno que la ceremonia terminara tan rápido. Había asumido que Duncan buscaría a Alexandro a como diera lugar, pero se mantuvo al margen. Evan esperaba que Duncan persiguiera a Alexandro, pero por alguna razón se quedó en silencio.
Cuando le preguntó a su hermano menor Aaron cómo era el ambiente en el Palacio Imperial, se enteró de que Duncan instó al Duque de Carlsberg para que regresara a la capital y reconstruir juntos el Imperio.
‘¿Estás planeando abandonar a tu único hijo y vivir exclusivamente pensando en el Imperio?’
Quizás Duncan Graham… valoraba más su posición que a su hijo caído en desgracia.
‘Es realmente frustrante’.
Si Duncan hubiese demostrado realizar una búsqueda activa de Alexandro, Evan le revelaría que Alexandro no era un sodomita, como se rumoreaba. Y en secreto trataría de darle apoyo a su amigo Alexandro que finalmente estaba saliendo con una mujer…
Sin embargo, parecía que Duncan estaba tratando de expulsar a Alexandro de la familia.
Así que Evan deseaba terminar rápidamente la ceremonia y buscar él mismo a Alexandro para persuadirlo, antes de que Duncan lo encontrara.
‘Aun así, me enviaste una carta solicitándome vigilar a un señor de territorio, significa que no has olvidado todo por completo’.
Mientras dirigiera a los Caballeros Templarios en la ceremonia, no podía hacer nada por su cuenta. Además, sería imposible escribirle una respuesta porque Alexandro no le reveló exactamente dónde se alojaba.
“Ufff”
Evan suspiró de nuevo. Dejó las cartas que tenía en la mano sin abrir, escogiendo la del Duque de Bandoras, que no podía ser ignorado, leyó brevemente, tomó una pluma y escribió una respuesta.
Era una respuesta simple haciendo alusión a una cuestión de circunstancias que lo obligaban a tomar esa decisión, así que solicitaba su comprensión con el equipo de avanzada que visitaría su territorio.
‘Sin ningún interés en los Caballeros Templarios, más que el suyo propio’.
Cuando los Caballeros Templarios visitaban un territorio, se les otorgaba el honor de disfrutar de la gloria de la ceremonia, por lo que hubo beneficio de renombre para los señores. Aunque sabían que era para inspeccionar y controlar el territorio, por lealtad del pueblo y gloria de la familia, los señores procuraban servirles con todo lo mejor.
Después de una respuesta rápida, se volvió hacia el mapa que estaba sobre la mesa. Un mapa repleto de pines consecutivos, marcaba el recorrido desde la capital hasta el norte del Imperio.
Los Caballeros, que habían girado hacia el este y llegados al territorio del Marqués Conrad en el sur, ahora se dirigían al norte a gran velocidad hacia Gilbert. A esta velocidad, estaba claro que llegaría antes de lo esperado.
‘Son sólo un par de idiotas’.
A Evan no le importaba en absoluto la traición que el Marqués Burnett y el Marqués Gilbert Logan preparasen en complot. Al contrario, lo agradecía, al recordar nuevamente que la ceremonia de los Caballeros Templarios terminaría antes de lo planeado por causa de su pequeña rebelión.
De todos modos, la ceremonia fue una marcha para publicitar el Imperio. La visita de los caballeros era como tocar continuamente la trompeta de victoria. En una era de paz como la actual, estaba claro que la gente del Imperio volvería a pensar en la guerra si la ceremonia se prolongarse demasiado. Sería mejor terminar con las ejecuciones de los traidores y reorganizar el Imperio.
‘Por cierto, me preocupa que a la princesa le vaya bien en el embarazo’.
Evan de pronto se encontró inmerso en otro tipo de pensamientos y rápidamente terminó la correspondencia.
***
La adivina, que vino a ver a Chloe, feliz diciendo que hoy era su día libre, estuvieron hablando un largo rato durante el transcurso del día, mientras Alexandro no estaba en casa.
“En realidad, la última vez que salimos… me encontré con alguien a quien deseaba no volver a ver en mi vida”.
Chloe dijo con voz tranquila. Entonces, la adivina, que estaba sujetando a Lena, haciendo todo tipo de muecas graciosas en su rostro, levantó la cabeza.
“Acaso… ¿Fue tu ex esposo?”
Chloe se estremeció, pero volvió a asentir con la cabeza con calma.
“¿Cómo fue que te lo encontraste?”
Chloe respondió mientras la miraba preguntar con voz enojada, como si hubiera escuchado la cosa más extraña del mundo.
“En el camino de regreso de la floristería, me oculté con Allen… Estábamos pasando un tiempo a solas y…”
Mientras Chloe tosía de vergüenza, la adivina se encogió de hombros como si no le pareciera algo por lo que avergonzarse.
“Obvia eso, ¿y entonces?”
Chloe habló rápidamente ante la voz incitadora.
“Pero cuando salía del callejón, me crucé con un hombre noble que venía por la calle. Al momento, dije que lamentaba haberlo empujado al suelo, pero cuando miré su cara, era esa persona”.
“Tsk.”
La adivina con los brazos cruzados de manera insolente como si no hubiera nada realmente especial sacudió la cabeza con fuerza.
“No le des mayor importancia.”
“No es eso. Muy poco pienso en el pasado, porque viví mi vida y no me arrepiento. De todos modos, seré la única que se sienta deprimida al recordar los momentos difíciles por los que pasé. Creía que finalmente había logrado dejar atrás el pasado. Pero al verlo, sentí que nada ha cambiado”.
“Es lógico.”
“Nací como esclava. No es como si pudiera cambiar mis circunstancias. De todos modos, no había nada que yo pudiera para hacer para cambiarlo, así que decidí vivir con gratitud por el simple hecho de estar viva, tal vez algún día yo también seré feliz, pensé”.
Chloe tuvo sed por un momento y tomó un trago apresurado del vaso en la mesa.
“¿Acaso tú lo perdonaste…?”
“Lo hice, pero al ver cómo vivía cómodamente a costa de la vida de otras personas como antes, me enojó. ¿Por qué ese hombre tan vil vive sin ser castigado? ¿Por qué el mundo es tan injusto?”
Desde que nací entendí que esta sociedad era injusta. La sociedad moderna en la que vivía en mi vida pasada también era injusta.
No a simple vista, pero sin duda se parecían.
Algunos son nobles, algunos son esclavos.
Unos nacen hijos de los ricos, otros son hijos de los pobres.
Probablemente no haya un lugar justo en ninguna parte. Todo en el mundo era injusto. Aun así, hubo gente que trató de cambiar esa realidad que se les dio. En la distancia, parecían personas exitosas, llevando vidas exitosas.
En su vida anterior, los envidiaba.
Pero Chloe ahora solo quería ser alguien común. Ya no soñaba con la vida exitosa que otros querían. No viviría luchando por obtener comodidades y lujos, siempre compitiendo por más.
Incluso si muriera mañana, solo quería vivir siendo feliz con lo que tenía. Así que debía ser feliz hoy. Es una vida fácil, solo necesita estar satisfecha consigo misma.
“Oh, ¿te enojaste?”
La adivina que parecía incapaz de imaginarla molesta en absoluto, asintió con la cabeza como si fuera injusto.
“Ja ja, yo también soy capaz de enojarme. Solo que estoy tratando de olvidar, es mejor vivir sin arrastrar rencores pasados. Porque hay muchas más cosas inevitables en el mundo de las que puedo arreglar. Estaría siempre cansada si solo viviera enfocada en la injusticia de la vida”.
La adivina asintió con la cabeza sin decir una palabra. Porque recordaba su propia infancia, que siempre estuvo llena de ira y resentimiento.
Desde el inicio de su día maldecía a su padre y a toda su familia por ser infelices. Debería haber estado a gusto con ella entonces, pero no lo estaba. Preferiría odiar a su padre y sentía gusto de imaginar las desgracias por las que pasaría su hermano menor.
La adivina pudo verse reflejada en las palabras de Chloe.
“Pero al ver a Allen decir que lo siente, disculpándose una y otra vez por las injusticias que pasé en el pasado, ya no tenía pensamientos de enojo o rencor”, esperó y continuó. “La persona que me hizo una mujer tan dichosa, esa persona que es me hace feliz con solo estar a mi lado… Si yo sufro, atascada en el pasado, él también sufrirá y se disculpará constantemente por errores que no ha cometido”.
Chloe hizo una pausa por un momento como para organizar sus pensamientos. Mirando el agua clara en su vaso, relajó el agarre de su mano y lo dejó en la mesa.
El vaso todavía estaba medio lleno.
“Así que ahora ya no quiero odiar a esa persona”.
Chloe sonrió al terminar sus palabras.